Con sello venezolano: juntos contra el Dragón Amarillo

Las frutas cítricas son buenas en todas las etapas de la vida y están en todas las comidas cotidianas, aunque son las frutas que se incorporan en último lugar en la dieta del bebé, todos hemos tomado jugo de naranja recién exprimido, sobre todo en el desayuno, o cómo no recordar esos ricos tés de limón caliente que nos daban nuestras mamás para sentirnos mejor.

Estos árboles de frutas cítricas son acechados por una plaga, una bastante agresiva, como lo es la bacteria Candidatus liberibacter, conocida como Dragón Amarillo. La misma es transmitida por el insecto Diaphorina Citri, es la más grave del mundo y esta propagada en todos lados. El árbol infectado no tiene cura, causando pérdida de vigor, muerte de ramillas y, finalmente, la muerte de las plantas. Los árboles enfermos producen frutos amargos y deformes no aptos para el consumo, lo que hace que el árbol muera, trayendo perdidas para los agricultores.

Este mal azota al país desde 2006, y desde 2019, afectó a 35.000 hectáreas de naranjas, limones y mandarinas, lo que se traduce en el 80% del cultivo del país encareciendo sus costos, siendo los estados con mayores pérdidas Carabobo, Aragua, Cojedes y Miranda.

Se llora o se hace pañuelos

Aunque suene cliché, Venezuela se crece en las adversidades, nuestros científicos trabajan de manera ardua, óptima y disciplinada en la búsqueda de una solución a este problema. Desde la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), se fabrican kits para lograr el control de la enfermedad y reducir su impacto en las plantas de cítricos en el país.

Estos kits con un porcentaje de efectividad de 80%, son de detección rápida han logrado el control de este mal reduciendo su impacto en las plantas de cítricos, el desarrollo del kit permite a los productores cultivar plantas de alta calidad fitosanitaria, esas de rico sabor y alto en nutrientes del que estamos acostumbrados a consumir.

Desde el laboratorio de Microbiología de Plantas del IDEA, colectaron muestras de hojas de cítricos; luego de una limpieza exhaustiva con algodón y agua destilada son lijadas ligeramente  en la nervadura principal, con una bolsa hermética que están incluidas en el kit se le agrega un mililitro de agua, luego se coloca la lija ya con el raspado dentro de la misma bolsa para ser macerada con movimientos circulares hasta que se desprende el tejido de la nervadura y posteriormente se le aplica una gota de una solución yodada para ver la reacción. Si la reacción es de color amarillo, la planta está negativa a HLB pero si la reacción da negro azulado o negro, la planta está positiva a HLB.

Después del descarte que hacen en el laboratorio de “Microbiología de Plantas”, pasan al de Biología Molecular donde se realiza una detección molecular mucho más precisa, eliminando cualquier equivocación, ya que esta bacteria ataca a nivel del ADN que es donde está contenida toda la información.

Este kit ligero, portátil, fácil de llevar y de usar, detecta a tiempo la enfermedad para evitar su propagación a otras plantas.

Funciona con el yodo que reacciona con el almidón almacenado en las hojas, en este momento, los investigadores estudian bajar la cantidad de yodo para hacerlo aún más eficiente y se puedan realizar 150 pruebas con el mismo kit y así los productores pueden hacer más con menos disminuyendo la cantidad del reactivo a utilizar por cada prueba.

Es importante no confundir el “amarillamiento” que produce la enfermedad en las hojas de las plantas de cítrico por HLB o por déficit de micronutrientes, por ello la importancia de propagar el kit a todos los agricultores de cítricos del país.

Del laboratorio al campo

Una de las cosas que hemos aprendido en medio de tantas tormentas, es que si trabajamos en conjunto podemos lograr grandes cosas. Así lo han entendido desde el IDEA, en compañía de los Investigadores de la dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria (ASA) y el Parque Científico Tecnológico de Venezuela +Ciencia, quienes han sostenido reuniones y mesas de trabajo para escalar en una construcción más óptima de este kit.

Otro laboratorio que se sumó es el de la dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria del IDEA, quienes se encuentran realizando un proyecto para utilizar alternativas de bioinsumos y así suplementar a las plantas con los nutrientes necesarios para que haga frente a la presencia de la bacteria, utilizando  humus de lombriz, el hongo trichoderma que también sirve como control, para que de esta forma la planta pueda tener mayor fortaleza y darle frente a la enfermedad y así mantener la producción durante un tiempo limitado de la planta.

En los laboratorios del país se está elaborando el proyecto de banco de germoplasma de cítrico, para llevar materiales completamente sanos a los productores para paliar la enfermedad en los campos.

También se trabaja en producir plantas certificadas, libres de todos los patógenos que afectan a los cítricos para sustituir las plantas enfermas que están en los viveros y los campos, para lograr restituir la producción citrícola nacional con esta innovación 100% elaborado en Venezuela.

“Campesino amigo, tú que has cultivado la tierra”, sigue tu faena, que desde los laboratorios nuestros científicos te acompañan con sello venezolano.

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