El Zulia se llena de regocijo por La Chinita y los nuevos santos

Las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Chiquinquirá, que se realizan entre octubre y noviembre, para celebrar los 316 años de renovación milagrosa y los 83 de su coronación canónica, tienen este año un motivo adicional que desborda de júbilo a la feligresía venezolana: la canonización de los dos primeros santos del país, el doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles.

La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, epicentro de la devoción mariana en el estado Zulia, avanza con un cronograma que fusiona la tradición chiquinquireña con el regocijo por la elevación a los altares de estas dos figuras emblemáticas de la fe venezolana. Se trata de eventos que, según el presbítero Nedward Andrade, párroco de la Basílica, marcan un momento clave para toda la fe en el país.

«No solo celebraremos los 316 años de renovación milagrosa y los 83 años de la coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, sino que también festejaremos como cristianos, la elevación a los altares del doctor José Gregorio Hernández, más conocido como el ‘médico de los pobres’, y la madre Carmen Rendiles», indicó el presbítero Andrade, destacando el profundo significado espiritual de la doble celebración.

Preparativos cumplidos
El cronograma preparado para las Fiestas Patronales 2025 se ha cumplido al pie de la letra con la solemne develación de los mantos que La Chinita lucirá en la Bajada, la solemnidad, la procesión de la Aurora, entre otras ceremonias centrales que contaron con asistencia masiva. Este acto, recuerdan los fieles, es “esperado con fervor cada año, marca oficialmente el inicio de las festividades”.

Luego del homenaje mensual chiquinquireño, que se hizo el sábado 18 de octubre, la atención se centró en la Ciudad del Vaticano. Ese día, en la Basílica, se hizo una vigilia para seguir en vivo la transmisión de la ceremonia de canonización de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles. Fue un momento de oración y celebración colectiva.

La Bajada de La Chinita, uno de los momentos más emotivos de las fiestas, se cumplió el sábado 25 de octubre, cuando la réplica de la Sagrada Tabla descendió del presbiterio para encontrarse con su pueblo. Este año, ese encuentro estuvo imbuido de una alegría aún mayor por los nuevos intercesores celestiales.

Fe renovada
La canonización de los nuevos santos ha servido como un catalizador para reavivar la fe de muchos venezolanos, quienes ven en José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles ejemplos de vida, caridad y esperanza. La devoción hacia el «médico de los pobres» es un fenómeno popular que trasciende las fronteras religiosas.

«Tener nuestros propios santos es un regalo inmenso, especialmente en estos tiempos tan difíciles», comentó María Paz, una feligresa que asistía a la Basílica. «La fe es lo único que nos mantiene firmes, y el ejemplo de José Gregorio Hernández nos recuerda que la santidad está en el servicio a los demás», destacó.

El párroco Andrade hizo hincapié en que la presencia de La Chinita, junto a la intercesión de los nuevos santos, debe inspirar a la comunidad a fortalecer los valores cristianos de solidaridad y esperanza en la Venezuela actual.

Devoción eterna
Las fiestas de La Chinita, que culminan tradicionalmente en noviembre, se extenderán este año con actos conmemorativos especiales dedicados a los nuevos santos, buscando que la feligresía conozca más a fondo su vida y obra.

La Basílica se convertirá en un punto de peregrinación no solo para venerar a la Patrona del Zulia, sino también para honrar a San José Gregorio Hernández y a Santa Carmen Rendiles, consolidando a Maracaibo como un centro de fe y espiritualidad nacional.

Comparten los valores que dan la energía a un pueblo
Ante el panorama de júbilo y renovación, los fieles consideran que este año crece el valor de la fe en la Venezuela de hoy, marcada por desafíos sociales y económicos. La mayoría coincide en que “es una luz, una esperanza. Sentimos que Dios nos mira con misericordia y nos da ejemplos de que sí se puede ser bueno y santo aquí en nuestra tierra. Nos da una razón para seguir luchando con fe”, como explica Carlos Ferrer, de 65 años, quien ya jubilado reitera que «la fe es nuestro motor. Solo la fe en Dios y en La Chinita nos da la fuerza para levantarnos cada mañana. Saber que el Doctor Hernández está con nosotros nos inspira mucha confianza».

Sobre el mensaje central que nos dejan José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles con su vida de santidad, Luis Morán, de 28 años y estudiante, explica que “nos enseñan que la santidad no es solo rezar, es servir. José Gregorio Hernández, el médico, y la madre Carmen, la educadora, demostraron que se puede transformar la realidad con la caridad, la dedicación y el amor al prójimo. Es un llamado a ser mejores venezolanos”.

El color, el ritmo, la música y el poder creador del pueblo fueron los protagonistas del desfile inaugural de la Feria Internacional de La Chinita en su edición N° 59, que recorrió cerca de nueve cuadras desde la Av. 13-A con intersección 5 de Julio hasta la Plaza de la República donde un festival de talento musical de talla nacional e internacional, deleitó a los presentes.

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