La Chinita saldrá este año entre sedas y perlas

Como todos los años, diseñadores, devotos y manos de orfebres de la seda realizan hermosas obras para rendir homenaje a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, La Chinita, como la llaman en el Zulia, con sus obras de arte en tela donde las perlas, la seda, los hilos de oro y la pedrería dan el toque de grandeza que el retablo merece.

Se ha hecho tradición que artistas y diseñadores de Maracaibo se encarguen de la elaboración de estos ornamentos que tienen, además, un simbolismo religioso y de identidad nacional y regional. Este año son seis mantos que lucirá el retablo de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, La Chinita, durante sus fiestas patronales.

Los mantos fueron develados y bendecidos en el Santuario Basílica de Maracaibo tras la celebración eucarística en honor a santa Eduviges, modelo de santidad del grupo que lleva su nombre y que es el que está encargado del ornamento del templo.

La bendición de las piezas artísticas estuvo a cargo del párroco de la iglesia de Santa Lucía, José Miguel Hernández, y representó un emotivo momento para la feligresía zuliana que se prepara para la tradicional “bajada de los furros” que se celebra este sábado.

Este año los mantos que cubrirán la reliquia durante la bajada, procesión y demás actividades contienen un profundo significado espiritual y eclesiástico. Las piezas están protagonizadas por los símbolos que vive en la actualidad la Iglesia venezolana, la canonización de la madre Carmen Rendiles y el doctor José Gregorio; el homenaje al papa León XIV y unido a ello el talento de diseñadores que se sumaron al pago de promesas de familias zulianas.

El padre Nedwar Andrade, párroco de la Basílica Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, señaló que “cada hilo, cada perla y cada diseño es un tributo de amor y devoción de su pueblo, pues cada manto es una oración visual”.

En la bajada

Durante la ceremonia de la bajada, cuando la tablita es sacada de su hornacina, donde permanece durante todo el año, para este primer encuentro con su pueblo, lucirá el manto Bendición papal que tiene como objetivo dar un reconocimiento al papa León XIV en su pontificado.

La pieza es de la diseñadora Miriam Rodríguez, quien ha trabajado años anteriores en estos mantos. Fue elaborada en fino terciopelo color sangre, que evoca la pasión de Cristo y la realeza de María.

La pieza central es el escudo de su santidad, el papa León XIV, que crea un lazo de unidad con la basílica y fue ofrendado por Norlberto Mejía y familia.

La solemnidad

El manto que se agregará al retablo por la parte dorsal durante la solemnidad del 18 de noviembre tiene, sobre un fondo celeste y dentro de una orla perlada, las imágenes de quienes son, desde el pasado 19 de octubre, los dos primeros santos venezolanos: la santa madre Carmen Rendiles y el santo doctor José Gregorio Hernández.

De esta manera acompañarán a La Chinita durante su procesión principal, cuando se celebra el milagro de la restauración de la pintura y su coronación canónica.  Este manto lleva por nombre Modelos de santidad y fue diseñado por Douglas Tapia y ofrendado por la familia Atencio Atencio. La base simula un cielo radiante, con un degradado de blanco puro a azul celeste, que refleja la gloria de la santidad. Las figuras de los santos venezolanos se encuentran enmarcadas en un medallón.

Las niñas y adolescentes de la cofradía Hijas de María están encargadas de vestir, es decir, de colocarlo en la sagrada tabla de la Reina Morena de los zulianos.

El de la víspera

Durante sus vísperas lucirá el manto Destello chiquinquireño, el cual representa el abrazo protector de La Chinita sobre su grey.  Fue concebido como símbolo de luz, esperanza y resguardo y representa el abrazo protector de la Virgen sobre su pueblo.

Refleja en cada resplandor la fe inquebrantable que atraviesa generaciones. Es un testimonio tangible de amor, devoción y gratitud zuliana.

Fue diseñado por José Alfredo Romero y ofrendado por la familia Morales Morrell y José Alfredo Romero.

Procesional lacustre. Sobre una base color marfil con cristales y bordados dorados que crean una estela de gracia fue diseñado el Manto procesional lacustre, el cual lucirá en la procesión por el mar.

El corazón de la pieza es un óvalo que reúne a Nuestra Señora de Chiquinquirá con el santo José Gregorio Hernández y la santa madre Carmen Rendiles, junto a la figura del Papa.  Es un estandarte de fe y unidad. Fue diseñado por la artista Emilia Barrera y ofrendado por la familia Rangel Fernández.

Procesional parroquial. Para la procesión parroquial la sagrada reliquia lucirá el manto Esperanza nuestra en el que se aprecia una cruz ancla que porta la Virgen y que representa el signo del Jubileo de la Esperanza.

Está diseñado sobre una base en color azul celeste con arabescos dorados que irradian gracia. El corazón del manto es la imagen de María Esperanza Nuestra. Fue diseñado por Rafael Tapia y ofrendado por las familias Santana Rodríguez y Rodríguez Rodríguez.

La procesión de La Aurora. Para la procesión de La Aurora, actividad que cierra las festividades chiquinquireñas, llevará el manto 25 años de luz sobre la iglesia venezolana. Está inspirado en los 25 años que se celebran del Concilio Plenario Venezolano.

Sobre una tela dorada la madre de Dios se levanta sobre un mapa de Venezuela pintado con los colores de la bandera nacional y sus ocho estrellas, delante de la imagen hay un cirio.

Simboliza la consagración de nuestra patria a su corazón inmaculado. Fue diseñado por Luis Acosta y ofrendado por la familia Salcedo Arape. Fuente: U.N Por Ylich Carvajal y Elízabeth Cohen

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