Al dirigente opositor Juan Guaidó nadie lo entiende, con su discurso ataca al Gobierno Nacional, al Consejo Nacional Electoral (CNE), a los propios electores que salieron a votar el 21 de noviembre y a la dirigencia opositora que cree en la herramienta del voto.
En medio de todas sus contradicciones, este 4 diciembre Guaidó se movilizó al estado Barinas para hacer campaña electoral a favor de la esposa del candidato inhabilitado, Freddy Superlano, increíblemente llamando a los ciudadanos a participar en elecciones, cuando se marginó de las elecciones desde 2018 saliendo reelecto como presidente Nicolás Maduro y este mismo año rechazando los esfuerzos de la comunidad internacional y los propios de la oposición a lo interno del país.
Este mismo año, Guaidó insistió en que no habían condiciones para unas elecciones, lo mismo hizo en 2020 cuando perdió el Parlamento, que volvió a manos del chavismo.
Juan Guaidó en Venezuela y Leopoldo López desde España se han enfocado en denunciar la ausencia de condiciones, pero sin aportar nada para incentivar la participación, hoy sin embargo se anotan a la campaña electoral de Barinas cuando la bandera de la abstención que ellos mismos promovieron llevó a la oposición venezolana a su punto más bajo.
El 21 de noviembre estaban en juego 23 gobernaciones, 335 alcaldías, además de concejos municipales y puestos en la Asamblea Nacional. Eran unos 3.000 puestos que estaban en juego y la oposición llegó fragmentada, principalmente por Juan Guaidó y Leopoldo López de Voluntad Popular.
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