marzo 21, 2023

El Nuevo Guárico

Libre, Plural y Objetivo

LA TENUE LINEA QUE SEPARA, LA POLITICA DE LO POLITICO

Pienso, con intuitiva seguridad, que una inmensa gama de venezolanos (as), vive la permanente angustia de no encontrarle una lógica

POR: Jesús Cepeda Villavicencio

“Dirijo con mucho respeto estas reflexiones, al liderazgo de la oposición democrática venezolana”

Pienso, con intuitiva seguridad, que una inmensa gama de venezolanos (as), vive la permanente angustia de no encontrarle una lógica, una razón, con suficiente peso argumentativo, que explique el infértil enfrentamiento entre individualidades u organizaciones, que afirman inscribirse en la denominada oposición democrática. Se insiste en ello, para diferenciarse de otros u otras, que también calificandose de opositores, con sus actuaciones, les resultan a un régimen que usurpa poderes. La oposición democrática, nuestra, por ahora única opción en la cruzada reinstitucionalizacion, luce actualmente disminuida, como si cargara pesados fardos sobre sus hombros, que le impidiesen una locomoción efectiva para, en el menor tiempo posible, poder desplazar a un régimen que ha traumatizado a toda la sociedad. Preocupa el alto rechazo que muestran importantes sondeos de opinión, preocupa, porque si la opción que tenemos a la mano insiste en la autoflagelación, en esa misma medida se alejarán nuestras expectativas de cambio.

Contextualizado el asunto y precisado el destinatario, conviene en consecuencia tratar de aproximarnos, a conceptualizaciones que pueden ser de mucha ayuda, en la explicación de la fenomenología que se observa, en relación a la conducta individual y colectiva de un sector politico, que está obligado por razones históricas y existenciales, a asumir la política con un elevadísimo nivel de responsabilidad.

LO POLITICO y LA POLITICA, son dos categorías diferentes que se complementan mutuamente, ambas son creaciones humanas, en consecuencia perfectibles, tienen ubicación histórica, temporal y espacial, remontándose sus inicios para nuestra cultura occidental, a la época de los escritos, tratados y enseñanzas de los griegos Platón y Aristóteles. LO POLITICO es una cualidad que se construye en el marco de la socialización de las relaciones humanas, relaciones cuyo contexto siempre se da bajo el signo de la conflictividad propia de las diferencias, y que se expresa de manera procedimental en el plano discursivo entre los individuos, o sujetos de ciudadanía que como totalidad conforman la sociedad, o más específicamente la comunidad, mientras que; LA POLITICA, que a su vez, como se ha dicho, es construcción, trata de las formas, mecanismos y maneras, en que se puede desarrollar lo procedimental, es decir, que está última, constituye el campo donde acciona y se expresa LO POLITICO.

Cuando nos definimos como oposición democrática, es porque se supone, guardamos cosustancialidad con una forma de gobierno denominada DEMOCRACIA, antítesis de todo tipo de de totalitarismo,, pero ella no es solo eso, una forma de gobierno, es también un estilo de vida, en cuanto nos corresponde como legado socio-historico occidental, legado por cierto, bastante amenazado desde sus propias entrañas, porque al tolerar en exceso la intolerancia, ella misma engendra el germen de su propia destrucción. La Venezuela de los últimos 30 años es un vivo ejemplo de esta paradoja, que nos conmina a redefinir nuestros pactos de convivencia y el ejercicio procedimental de LO POLITICO. No hay dudas de que la mayoría de los venezolanos (as) deseamos la democracia, porque ella observa el modelo de organización, más acorde con nuestras aspiraciones socio-culturales, económicas y políticas, pero esta ha sido secuestrada, precisamente por no haber tenido el oportuno tino político, para percibir y contrarrestar las amenazas que se fraguaban sobre ella, amenazas por cierto a las que siempre estará expuesta, por ser una construcción humana en permanente estado de mejoramiento.

Para el liderazgo opositor democrático, en el marco de su deber unitario, pareciera que resulta urgente, pactar códigos de conducta que definan su accionar en el campo de LO POLITICO, porque de ello dependerá la evaluación que en el futuro (próximo-inmediato), de manera consciente o no, hará la sociedad, esa que demanda UNIDAD, para el rescate de lo perdido (libertad y estado de derecho). En esta perspectiva, se debe entender, que solo con una voluntad firme y ética, en el estamento discursivo de LO POLITICO, se podrá reestablecer el equilibrio en las relaciones sociales, de lo contrario seguiremos perturbando las. Si asumimos responsablemente, el hecho cierto del expansivo y nocivo impacto, que sobre una empobrecida y atemorizada población, tienen las sistemáticas descalificaciones y divisiones intra liderazgo opositor, detendriamos de inmediato, esto que, a todas luces no se puede definir, sino como una locura infantil. Consideramos legítimo el derecho ciudadano de exigirle a ese liderazgo, las rectificaciones de rigor, porque lo que está en juego, no es otra cosa, que la posibilidad cierta de la perdida definitiva de la REPUBLICA. LO POLITICO es entonces compromiso de conducta (la ética en síntesis, es una opción personal que se toma en el campo de lo social, es actuación en base a principios, valores y opciones morales, que terminan construyéndose socialmente en el contexto normativo), pero también es vision estratégica temporal, visión de oportunidad y saber ponderar que en LA POLITICA, como construcción democrática, existen los momentos mas oportunos para dirimir las diferencias, y este, precisamente no es el mas oportuno, para que estas afloren, sobre todo entre quienes creemos y abrazamos la opción de la DEMOCRACIA.

Finalmente como un categorico impostergable, la conciliación y el máximo consenso de las fuerzas democráticas. Entender que nos enfrentamos a una forma de gobierno definida por dos vertientes; LA ANTIPOLITICA (negación de la política) y LO IMPOLITICO (vacío de lo político y de la política), que se constituyen como todo un andamiaje en la narrativa de la degradación de los valores civilizatorios (desde nuestra perspectiva occidental-democratica) y que apela a los actos mas cínicos y crueles en el ejercicio del poder. Ante un enemigo (porque no se puede considerar adversario) de esta naturaleza, no se puede actuar con infantilismo en la práctica de LA POLITICA y en el ejercicio procedimental de esta, LO POLITICO. Estamos a tiempo (quizás no, para las elecciones del venidero 21 de este mes, pero sí para el amanecer que se vislumbra después de esa fecha), ojalá aprendamos la lección y aprovechemos las circunstancialidades positivas, que han venido ocurriendo en los últimos días, para rescatar LA DEMOCRACIA, no solo como forma de gobierno, sino como el estilo de vida deseado por la mayoría de los venezolanos (as). 

Que dios nos acompañe en ese camino.